Jornada


Momentos comunitarios:


Oración de la mañana: Se reunirán los hermanos para laudes del oficio divino y el oficio breve de la oración de Jesús.(1)


Momento de formación: Se reunirán los hermanos para estudiar e intercambiar experiencias, aplicando su entendimiento a la comprensión de la enseñanza de los Santos Padres; particularmente de aquellos conocidos como Padres del desierto y la de quienes, a lo largo de la historia de la Iglesia, han sido promotores y orientadores de la vida monástica.(2)


Celebración de la Eucaristía: Se reunirán los hermanos para compartir la Santa Misa -si hubiera sacerdote para oficiarla- o el ministerio de la Palabra y la Comunión -si hubiera ministro autorizado- o el rezo del oficio de Vísperas en caso de no poder efectuarse lo anterior.(3) (4)


Momentos de soledad:

Para que esta soledad sea ámbito propicio al encuentro con Dios en el corazón, se pautan tres actividades que cada hermano deberá realizar de manera personal:

La oración de quietud: En donde silenciando el cuerpo y la mente se practica la oración de Jesús en quietud corporal. Preferentemente en la celda y ante un icono adecuado a la devoción personal, se repetirá el Santo Nombre de Jesús o la frase elegida según las recomendaciones de los Santos Padres referentes en esta vía del Nombre. (Particularmente lo reseñado en el compendio “La Filocalía de la oración de Jesús”)


La lectura espiritual: -o según personal elección- la Lectio Divina: El contacto tranquilo y meditado con autores espirituales de la historia de la Iglesia -o con la Sagrada Escritura- ayuda a mantener alimentado el fuego del ideal monástico y genera espacios en la posada del corazón para que viva allí la gracia santificante.


El examen de conciencia: –o según personal elección- la sistemática aplicación a una bitácora personal, en donde se consignarán las principales vivencias interiores del día; permitirá poner ante los ojos del corazón los pecados o las faltas cometidas y aquellas conductas que necesitan ser corregidas para bien propio y de los hermanos, en la vida comunitaria o individual. 



Notas

(1) Esta oración tendrá un hermano encargado de guiarla, que se irá rotando semanalmente.

El ritmo pausado y tranquilo, con espacios para la reflexión y la oración personal, deberá marcar todo el tiempo asignado a la oración, que tendrá una duración aproximada de 60 minutos.

Se procurará evitar el apresuramiento y sobre todo, la recitación automática de los textos, deberán los hermanos acompañar con el corazón lo que dice la oración.
Este momento comunitario de oración se realizará a las 7:30 horas en invierno y de las 6:00 horas en verano.

(2) El objetivo del estudio comunitario no será la adquisición de conocimientos para la erudición sino el acercamiento espiritual a modelos de conducta imitables para la elevación del alma.

El horario de estudio será variable, ajustándose para que pueda asistir el mayor número de hermanos y adecuándose a las necesidades estacionales del trabajo en el monasterio.

La idea general es que cada hermano prepare con la antelación suficiente, el estudio de alguno de los Padres, para que luego vaya brindando ese conocimiento adquirido a los demás.

Si hubiera posibilidades se invitaría a teólogos y profesores para que pudieran colaborar ocasionalmente en este espacio de formación.

(3) Asistirán los hermanos al menos a la misa dominical en la localidad mas cercana sino hubiere sacerdote que la oficiara en el monasterio.

(4) El resto de la jornada transcurrirá en la soledad de la celda, de la capilla o del ámbito de trabajo del que cada hermano se encuentre encargado.

No habrá otros momentos comunitarios pautados para todos, a excepción de los señalados, buscándose generar en el resto de la jornada un clima de silencio, soledad y trabajo, en el marco interior de la práctica de la oración de Jesús.

Sin embargo los hermanos que lo deseen, acordando esto con el coordinador, podrán reunirse en la capilla para realizar en comunión otras horas del oficio divino o reunirse en la sala de lectura para estudiar en equipo, cuyo número no debe ser menor a tres.

No se impondrá regla de silencio sino que se enfatizará desde la coordinación en la necesidad de preservar el clima de recogimiento, de manera tal que los intercambios de palabras surjan de las necesidades reales del desenvolvimiento cotidiano del trabajo y la organización de las actividades.