Si en medio de alguna actividad te encuentras ausente de ella, divagando en cualquier sentido; vuelve al centro, repite El Santo Nombre.
Si en la relación con otros te descubres pugnando por la razón, queriendo cierta primacía; regresa a lo esencial, repite el Nombre de Jesucristo.
Si de repente fueras invadido por una adormilada tristeza y una mirada negativa quisiera instalarse en tu vida, fortalece tu espíritu practicando la oración de Jesús.
Sitúate en medio de una torre inexpugnable, al abrigo de todo mal; vístete con la oración del Nombre.